Distancia
Si hay el mar como hay mañana,
podría abrirse entero ante nosotros.
Nunca sabríamos poner los colores adonde van,
porque nos duelen tanto
en el centro mismo del pecho
las ausencias
y los pechos de otros.
Si hay el lago como se veía desde esa ventana chica,
podríamos mirarlo diferente.
Nunca sabríamos entendernos los dolores,
porque tan lejos uno del otro
como el lago de la ventana
y el Norte del Sur.
Si hay la montaña como tus manos sosteniendo mi silencio,
podría erguirse cortando nuestro camino.
No sabríamos escalarla
en medio
de tanto
¡Volviste! Qué bueno.
ResponderEliminarSí! Me tomé un respiro, pero ya estoy de vuelta. Gracias por leer, Jorge, como siempre. Saludos!
Eliminar