El triunfo del silencio.
Un perro ladra, después se calla.
En ese momento me doy cuenta
de cuánto mide el silencio
y de cuál es su peso.
Puedo sentir
cómo se desliza desde mis hombros
hasta el medio de mi espalda.
Puedo sentir
cómo se endurece de a poco
y se convierte en contractura.
El silencio de la inmensidad de la noche
se desliza por mi cuerpo,
se aloja en mi garganta y oprime mis cuerdas vocales
(aunque quisiera,
no podría emitir ningún sonido).
Baja por mi laringe,
se precipita en el estómago como un vacío,
una ola de aire que
sube
y
baja
rápido,
como por un tobogán,
y se estrella en mi útero.
Lo hace su casa,
se teje en sus paredes
de cosas rojas
y vivas.
Se aferra a su oscuridad húmeda,
a esa posibilidad de vida
que no sucede.
Podría hacer el camino inverso,
trepar hasta mi garganta
y exigir a gritos su libertad.
En el medio de la noche absoluta,
el ladrido de un perro
canta el triunfo
del silencio.
<3
ResponderEliminarHace mucho tiempo que no leía algo tan bello!!! Que hermoso silencio!!!
ResponderEliminarQué bella y poderosa la imagen del silencio luchando por su libertad!!!
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