El Antídoto


La molestia
la piedra en el zapato
la picadura que hay que rascar
las ganas que hay que calmar
el silencio incómodo
la puntada en la boca del estómago
el retorcijón de panza
la contracción de útero
el mosquito zumbando en el oído
la humedad pegoteando los pisos
en verano, en invierno
el olor a goma de los colectivos
el olor a combustible de las terminales
la hinchazón
la comida entre los dientes
la llaga en la punta de la lengua
el pelo enredado en el respaldar de la silla
el martillo de lleno en el dedo
el rodillazo al cajón que dejaste abierto
la alarma: posponer, posponer, posponer
la contractura un lunes a la mañana
el último día de las vacaciones
la mancha de mate en el pantalón;

pero entonces,
los pies en el pasto
la tibieza del río
las risas, la miel
los colores de la montaña
todas las salidas del sol
cada ocaso
los abrazos que son calma
el mar atrás de las dunas
las canciones
un perro que te acompaña
un gato que te acaricia
la casa que es hogar
todos los árboles en los que contaste 
jugando a la escondida
los caminos de tierra
abril, el otoño
que te abriguen cuando hace frío:

son el antídoto.




Comentarios

  1. Qué hermoso poder acompañar este día ventoso con tus textos. Qué lindo es leerte.

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    1. Muchas gracias por tu comentario, Jorge. Me alegra saberme leída. Un abrazo!

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  2. Una lectora más... gracias. así está bueno que cada un@ sepa su antídoto.

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    1. Comparto muchas eso quise poner. jaja saludos!

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    2. Hola! Recién veo este comentario, perdón! Gracias a vos por leer! Estaría bueno que todxs podamos hacer nuestra lista de antídotos, no? Abrazo!

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