A propósito de la falta de sutileza
-I-
El
televisor estaba fuerte,
La mesa
de testigo y el periodista eufórico con la escena.
Una
postal de colores, los pañuelos, las banderas, los trazos de piel descubierta.
Una
postal de horrores para los desprecian las faltas de sutilezas.
“¡Pero
mirá cómo muestran las tetas!
que las
caguen a palos por putas
por
yeguas.
¡Pero
mirá cómo se besan!
Que las
muelan a palos por tortas
por
yeguas.”
Entonces
lo miro y entiendo que les teme,
tanto,
que se calienta.
Como a
las dos pibas que se besan.
Les teme
tanto, que se calienta.
Porque
su mujer no lo quiere tanto como se quieren, tal vez
las dos pibas
que se besan,
y él no
la besa tanto, tal vez
porque ya
no lo calienta.
Entonces
que las maten,
que las
revienten a palos,
por
tortas,
por
putas,
por
yeguas.
-II-
Terminó
la escena,
la
cúpula de una Iglesia contrastaba el fondo de un cielo de tormenta.
Nos
tomamos un mate, bajamos el volumen.
El
noticiero seguía,
la
euforia del periodista crecía.
La mataron
en el auto del marido:
“Le
cortaron el cogote como a un pollo
-pido
perdón, por esta falta de sutileza-
¡Pero
estos tipos están todos locos!”
Entonces
ya no entiendo lo que entendía,
me
resigno ante él y la noticia repetida.
De
repente me duele el cuello
y un
poco las tetas
-III-
Soy hija
de dos madres
o de mil,
a veces
da lo mismo,
a todos
nos parió algún destino
por
lugares distintos,
a todos
nos gestó algún sentido
por
motivos desconocidos.
Soy
hija, madre, tía y hermana
de cada
una que matan
a veces
parece, que se cobraran alguna venganza;
otras
veces sospecho, que nos quieren desenterrar del cuerpo
algún
secreto
Bravo, María! Una composición auténtica, llena de realismo, crudeza y sinceridad. Somos ellas, somos todas.
ResponderEliminarAbrazos
Muchas gracias Eva. Abrazos!
EliminarPor los derechos humanos y de las humanas.....¡¡¡¡¡
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