Un millón de veces, nacer
Un
millón de veces, nacer
Una
sensación. La del río tibio y caramelo en la panza. La de cruzar, orilla a
orilla, alguien arriba, alguien abajo. Alguien que mira del otro lado. Al otro
lado de la costa el sol tiñe de amarillo la espuma espesa, un ahogo mudo, sin
palabras, en silencio. Las piernas sin tocar el fondo, pateando agua y algo
oscuro. Un grito para adentro y el rescate. Flotar suave y rápido, algo me
arrastraba junto con la corriente y me llevaba a la tierra fría y firme. El
líquido cálido me tocaba los pies y la cara, me envolvía y me devolvía a la
orilla. Cayó la noche de golpe, en la oscuridad alguien me tocaba el pelo y me
decía que todo iba a pasar.
Me gustó! Besos
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